Aunque muchas veces me lo he propuesto y trabajo cada día para conseguirlo, uno de los objetivos que, directamente, casi que me he obligado a aceptar para este 2019 es la de trabajar con los pensamientos. Una tarea bastante compleja si tenemos en cuenta el reto que supone, según nuestro día a día, poder estar presentes dadas las circunstancias que nos rodean. En esta entrada propongo algunas de las alternativas para sanar nuestra mente.

Los pensamientos son los que crean nuestra realidad e historia. Desde el minuto en que nos levantamos, comienzan a crear casi sin pensarlo una serie de historias que no siempre se amoldan, realmente, a lo que estamos viviendo, es decir, a la realidad. Dejarse guiar por ellos, algo diferente a nuestra intención, puede generar conflictos en nuestro interior. Por ello, hoy comparto algunas medidas para amarnos un poco más y que pueden ser de utilidad.

Es necesario tener en cuenta que “tú no eres tus pensamientos”, es decir, que porque pensemos algo no tiene por qué ser así. Por tanto, detectar esas ideas que muchas veces vienen a nuestra mente es el primer paso, un paso muy positivo para poder darnos cuenta  que ese no es el camino que realmente queremos seguir. Si nos dejamos «llevar por ellos», es posible que en algunas circunstancias puedas escuchar algunas voces tales como “no podré conseguirlo, seguro que no le caigo bien, para qué intentarlo”, etc. Si estás iniciándote en tu práctica, una buena idea puede ser apuntar estas líneas en un cuaderno. Detectarlos y ser conscientes de los mismos es la primera oportunidad para poder garantizar “el camino del éxito”.

-Enfocar nuestra atención en lo que sí queremos, y no al contrario. Si empiezas a ser consciente, cuando vivimos una situación compleja, solemos dirigir más la atención hacia aquello que no queremos, frente a lo que sí queremos realmente. Esto suele ser muy común en algunas personas que expresan su realidad a modo de quejas “y más quejas” allá donde se encuentren. Si esto es muy complejo, te propongo dos pequeños trucos:

1.Realizar una pequeña meditación por la noche, incluso en la cama, centrándote con los ojos cerrados en aquellas cosas que realmente queremos atraer a nuestra vida como, por ejemplo, “tener relaciones sanas, que salga ese proyecto en el que estamos trabajando, o bien, que nuestro día sea positivo rodeado de personas buenas y saludables”. Enfocar la atención hacia estos pensamientos nos ayudará a mantenernos mejor hacia propósitos sólidos.

2.Crear un panel de visualización. Para hacerlo fácil, podemos utilizar una cartulina y exponer en la misma unos recortes de revistas o periódicos con cosas que realmente queremos conseguir. Es decir, podríamos dividirlas por zonas: “una para el trabajo, otra para el amor…” y pegar a modo «collage». Tenerlo cerca en nuestra habitación nos permitirá centrarnos en lo que queremos conseguir.

-Para renovar nuestros pensamientos es de vital importancia ordenar el espacio que nos rodea. Se trata de una medida clave para que las nuevas energías entren. Por ello, ordenar los armarios y deshacernos de todo cuando no usemos aportará claridad  y permitirá dejar entrar “a aquello que sí que queremos”. Este pequeño gesto revitaliza y aporta mucha energía. Si ves que acumulas ropa, podrías donarla. En caso de tener cosas que ya no usas, las puedes vender. El objetivo es deshacernos de todo cuanto no usemos para poder dejar llegar aquello que sí queremos.

Repetir el lema “Te amo, lo siento, por favor, perdóname. Gracias”. Es la base de la técnica del ho´ponopono, un principio que tiene su origen en Hawai y que puede llegar a ser realmente sanador. Autores como Joe Vitale suelen emplearla como método de sanación para obtener claridad y permitir que, aquello que realmente deseamos, se instale en nuestras vidas. Sin embargo, para que esto suceda, es importante liberarnos de los anclajes del pasado, poder perdonarnos y sanarnos en profundidad.

Este autor, a su vez, recalca la importancia de tener en cuenta que todo cuanto nos sucede es 100% responsabilidad nuestra. Repetir esta frase como un pequeño mantra ayuda a reafirmarnos, esclarecer las ideas y relajarnos.

Espero que todo lo expuesto pueda ser de utilidad. Quizás, puedes optar y probar la técnica que realmente sientas que pueda ser de mayor utilidad. Empieces por donde empieces, ¡seguro que es el mejor camino!

¡Gracias de corazón!